Cuando se introduce calor en un espacio, se forman capas de temperatura o estratos. El aire más caliente asciende acumulándose en las capas altas de los espacios y el aire frio se queda en el suelo que es donde trabaja la gente.
Esto se debe a que el aire calentado por un sistema de aire forzado (HVAC) es entre un 5% y un 10% más ligero que el aire a temperaturas ambiente deseables (de 18ºC a 24ºC).
El aire calentado se eleva naturalmente al punto más alto, donde las temperaturas pueden alcanzar 29ºC a 52ºC dependiendo de las características de la estructura y la altura del techo.
El termostato, que por lo general está al nivel del suelo, registra la temperatura del aire más frio, indicando al sistema de aire forzado que debe continuar trabajando para alcanzar la temperatura deseada con el consiguiente coste adicional.
Con los ventiladores HVLS de Lfans, se produce una circulación natural del aire, evitando la acumulación del aire caliente en los techos y el aire frio en el suelo, rompiendo esos estratos y creando un solo, en el que las temperatura es homogénea con el consiguiente ahorro en energía para el sistema de aire forzado.
Diámetro: 7.3 metros
Motor: 1.1 kW
Revoluciones de giro: 55 rpm
Caudal de aire: 13.000 m³/min
Cobertura: 1.500 m2
Corriente: 2.5/4.3 A | 380V/220V
Peso del motor magnético: 36 Kg
peso de las aspas: 107 Kg
Sonoridad: 38 dB
Diámetro: 5 metros
Motor: 0.75 kW
Revoluciones de giro: 80 rpm
Caudal de aire: 11.000 m³/min
Cobertura: 500 m2
Corriente: 2.5/4.3 A | 380V/220V
Peso del motor magnético: 22 Kg
peso de las aspas: 62 Kg
Sonoridad: 38 dB